Más hambre en invierno ¿por qué?
En ocasiones, sí que tenemos una mayor sensación de hambre durante los meses más fríos, y es que cuando la temperatura de nuestro cuerpo disminuye, el apetito se estimula, traduciéndose en una sensación de hambre.
Por esto, es común que empecemos a buscar alimentos y a comer más de lo que acostumbramos en épocas de calor. Al comer, se aumenta la temperatura de nuestro cuerpo y de esta forma permanecemos “calientitos”.
¿Qué efecto biológico pasa en mi cuerpo?
El efecto del aumento de la temperatura corporal por el consumo de alimentos se llama termogénesis (generación de calor). Cuando pasan de 30 a 60 minutos después de haber comido, nuestro cuerpo produce un 10% más de calor en comparación de cuando se tenía el estómago vacío.
Este incremento en la temperatura se da en primera instancia por la liberación de energía durante la digestión, esto significa que los alimentos no sólo aportan energía a través de sus calorías, sino que también aumentan la producción de calor.
¿Por qué se gana peso en esta época?
Algunas personas comen más en invierno porque están menos activas o se sienten aburridas, además con tantos festejos la comida se multiplica y es muy fácil caer en los excesos.
También hay que sumar que, por las bajas temperaturas, las personas dejan de hacer ejercicio, sobre todo cuando lo practican al aire libre y se quedan en casa mirando la televisión, acompañadas de alimentos, poco saludables, que muchas veces consumen sin control.
Lo recomendado es consumir alimentos bajos en calorías como encurtidos bajos en grasas como los de Nuna.
Para otras personas, el cambio de estación afecta el ánimo y por ello abandonan ciertas actividades como el ejercicio. Este fenómeno es conocido como desorden afectivo estacional.
Cuando este se presenta, los neurotransmisores cerebrales sufren cambios que producen un incremento en el deseo de comer carbohidratos en grandes cantidades.
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